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El CyberMonday 2025 batió récords en Chile. Pero más allá de las cifras, el verdadero valor para las marcas CPG está en los datos: entender precios, visibilidad y comportamiento del consumidor
VOLVER AL INICIOEl último CyberMonday 2025 rompió todos los récords en Chile: más de 4,4 millones de transacciones, ventas por $430 mil millones (unos US$ 450 millones) y un ticket promedio de $99 mil, según la Cámara de Comercio de Santiago.
Los supermercados tuvieron un rol especialmente relevante, concentrando cerca del 10 % del total de ventas —una señal clara de cómo el canal online ya es parte del consumo masivo y no solo del retail tecnológico o de moda.
Pero una vez que baja la espuma del Cyber, ¿qué queda realmente para las marcas de consumo masivo (CPG)?
Si la respuesta se limita a “cumplimos el objetivo de ventas”, probablemente se perdió la oportunidad más valiosa que ofrece este tipo de eventos: entender el desempeño real de la marca en el canal digital.
Porque los Cyber —más allá del ruido promocional— son un laboratorio de datos a escala. En pocos días, se concentran comportamientos que permiten ver cómo los consumidores reaccionan ante cambios de precio, surtido y disponibilidad. Sin embargo, muy pocas marcas logran capturar y medir esa información de manera sistemática.
Durante el Cyber, la atención suele centrarse en los resultados comerciales inmediatos: cuánto se vendió, cuánto creció respecto al evento anterior, y cuánto tráfico llegó al sitio.
El problema es que esas métricas dicen qué pasó, pero no por qué pasó.
Detrás de un resultado positivo puede haber decenas de variables: mayor visibilidad, mejor cobertura de catálogo, descuentos más agresivos, mayor inversión en pauta o simplemente un aumento general del tráfico digital.
Si la medición se detiene ahí, las marcas pierden la posibilidad de transformar la experiencia del Cyber en una fuente de aprendizaje para sus futuras estrategias digitales.
A continuación, una lista de KPIs que toda empresa CPG debería tener en el radar para evaluar su desempeño post-Cyber
Mide qué porcentaje de tu portafolio estuvo realmente disponible en los eCommerce de tus principales retailers.
Si una marca tiene 500 SKUs y solo 350 estuvieron publicados o activos durante el Cyber, su cobertura efectiva fue de 70%.
Un producto que no está visible, no compite, sin importar el descuento que tenga.
¿Qué porcentaje de tus productos estuvo en oferta frente a la competencia?
¿Cuántos descuentos fueron financiados por la marca y cuántos por el retailer?
Medir esto permite entender si el crecimiento en ventas vino del volumen o de una mayor presión promocional.
¿Con qué frecuencia apareció tu marca en las primeras posiciones de búsqueda o en banners destacados?
La visibilidad digital es el equivalente moderno de la ubicación en góndola.
El Cyber es el momento en que cada SKU compite por su espacio en la pantalla.
Nada más frustrante que llegar a un producto con 40% de descuento y encontrarlo agotado.
El monitoreo de quiebres de stock durante el Cyber no solo afecta la conversión, sino también la percepción de confiabilidad de la marca.
Comparar precios entre retailers y frente a competidores directos permite detectar inconsistencias o oportunidades.
Un producto mal posicionado en precio puede perder tracción incluso con fuerte apoyo promocional.
¿Cuánto demoraron tus productos en mostrar los precios o promociones acordadas?
Los retrasos de horas —o incluso minutos— pueden significar perder visibilidad en los picos de tráfico más importantes.
Cuando las marcas logran capturar estos datos, aparecenaprendizajes valiosos:
Cada Cyber es, en esencia, una radiografía comprimida del mercado digital: lo que funciona, lo que falla y lo que las marcas deberían ajustar antes del siguiente evento.
El verdadero valor de un Cyber no está en los días de venta, sino en lo que se hace con los datos que deja atrás.
Las marcas que tratan el evento como un experimento de aprendizaje continuo—no solo como una campaña de descuentos— son las que más rápido maduran en su estrategia digital.
Monitorear cobertura, precios, disponibilidad y visibilidad de manera sistemática permite no solo mejorar los resultados en el próximo Cyber, sino también fortalecer la relación con los retailers a partir de evidencia concreta.
Los Cyber son momentos de alta exposición y también de alta exigencia.
Las marcas que los aprovechan para aprender construyen ventajas sostenibles; las que solo celebran los resultados de corto plazo, repiten los mismos errores cada año.
La próxima vez que terminen los tres días de descuentos y se apaguen los banners, valdrá la pena hacerse una pregunta distinta:
¿Qué aprendí de este Cyber sobre el desempeño real de mi marca en el mundo digital?