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Estas fiestas no son caos: son un patrón que las marcas inteligentes ya aprendieron a leer. Descubre cómo anticiparte al mercado antes de que el mercado te pase por encima.
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Las fiestas de fin de año pueden parecer un escenario caótico: precios que cambian de un día para otro, retailers que activan promociones sin previo aviso, competidores que lanzan descuentos agresivos y shoppers que se mueven con una mezcla de urgencia y ansiedad.
Pero en realidad, no es caos: es un patrón.
Un patrón que se repite cada año… y que las marcas que ganan ya aprendieron a leer.
Si en el Post 1 hablamos de preparación interna, aquí vamos un paso más allá: cómo anticipar los movimientos del mercado para no quedar reaccionando tarde —o peor, a ciegas.
Las tendencias globales muestran que durante las semanas festivas se multiplica:
Para las marcas, esto no es solo ruido: es un tablero que cambia rápido y que exige inteligencia comercial diaria, no semanal.
Cuando el mercado se mueve a esa velocidad, tu visibilidad competitiva se convierte en ventaja —o en debilidad.
Durante las fiestas, los competidores no improvisan, ya trabajaron sus listas de precios, definieron SKUs estratégicos y programaron promociones con antelación.
Los datos muestran que:
¿El peligro? Que si solo ves lo que pasa en tu retailer principal, estás perdiendo 70% del contexto.
La visión competitiva debe ser transversal. La pregunta no es “qué está haciendo mi retailer”, sino: ¿qué está viendo hoy el shopperc uando compara en 3 o 4 plataformas diferentes?
Uno de los fenómenos más marcados en diciembre es la volatilidad del precio.
En categorías CPG sensibles, se han observado:
Y si tu marca no lo monitorea, terminas compitiendo con un precio que ya no existe.
Esto afecta:
La regla es simple: si tu lectura de mercado llega un día tarde, llega mal.
Las fiestas están llenas de promociones… pero no todas son iguales ni funcionan igual.
Hay promociones que levantan volumen y otras que simplemente erosionan precio.
Por ejemplo:
Un análisis de temporadas anteriores muestra que las promociones efectivas tienen tres cosas en común:
Si tu promoción solo existe en teoría —pero en la práctica no se ve competitiva en la góndola digital— el shopper no la percibe como tal.
En las fiestas, el contenido es un campo de batalla silencioso.
Cada foto nítida, cada beneficio explicado en dos líneas, cada atributo destacado…
es una oportunidad perdida si tu ficha está incompleta o desordenada.
Y sí, muchas compras CPG de diciembre ocurren por impulso, pero el impulso solo ocurre cuando hay claridad.
Ejemplos reales de lo que pasa en estas fechas:
Si tu marca no está revisando cómo se ve la competencia, estás dejando que el shopper compare sin tus mejores argumentos.
Para el shopper, “Agotado” significa una sola cosa: irse a otra marca. Por eso, el quiebre no es un problema logístico, es una fuga competitiva.
Durante la temporada navideña, las tasas de quiebre pueden aumentar entre 20% y 40% según categoría, y muchas veces en las últimas 48horas antes del peak.
Peor aún, un competidor con stock estable durante tu quiebre se posiciona como la “marca confiable” y ese efecto puede durar semanas.
La gestión competitiva del stock incluye:
Las marcas CPG que ganan en diciembre no son las más grandes, son las más predecibles y disciplinadas.
En todas se observa el mismo patrón:
La inteligencia competitiva no es un reporte, es un proceso continuo.
Competir en fiestas no se trata de correr más rápido, sino de ver antes. La temporada de fin de año no premia a quienes reaccionan, premia a quienes anticipan.
Cuando tienes visibilidad clara del mercado:
El objetivo no es “parar incendios”, sino evitar que comiencen.
Y las marcas que logran eso no solo ganan diciembre…ganan participación, relevancia y confianza para todo el año siguiente.